La capital argentina, Buenos Aires, destaca por su ambiente moderno y cosmopolita. El tango, los barrios típicos como La Boca, un sinfín de teatros y librerías, así como los restaurantes con deliciosos platos locales son razones suficientes para amar esta ciudad. Si llegas a bordo de un transatlántico tendrás la oportunidad de recorrerla a fondo y sumar las mejores experiencias.

Sudamérica destaca, entre otras cosas, por la belleza de sus ciudades. Así que, si llegas a Montevideo en un transatlántico, prepárate para enamorarte de hermosos paisajes, bonita arquitectura y una gastronomía única. En este puerto de crucero disfrutarás de un paseo por la Ciudad Vieja y el barrio del Prado, dos grandes clásicos; podrás admirar sitios históricos como el Templo Inglés y el Teatro Solís, y conocerás una playa maravillosa, Pocitos, perfecta para toda la familia.

El día de navegación a bordo de un crucero es ideal para experimentar nuevas experiencias, divertirse o relajarse. Buena comida, excelentes servicios y hermosos paisajes son alguna de las cosas que podrás hacer y ver. A bordo te esperan instalaciones para descansar cuerpo y mente, desde spa hasta jacuzzis, y el entretenimiento perfecto para pasar el tiempo entre escalas del crucero de la mejor manera.

Puerto Madryn, un puerto de enorme riqueza natural, te enamorará en tu crucero transatlántico. Este puerto cuenta con atractivos únicos como Punta Tombo y Península Valdés, donde puedes ver desde pingüinos hasta ballenas. En tu escala también descubrirás las toninas en Golfo Nuevo, podrás recorrer la playa El Doradillo o llegar hasta la Reserva Natural de Punta Loma.

Durante tu crucero por Sudamérica anímate a explorar Puerto Argentino, un rincón único y repleto de atractivos. Aquí puedes encontrar desde antiguos barcos abandonados hasta encantadores pingüinos. Además, en tu escala de crucero es imprescindible una visita a la Catedral de la Iglesia de Cristo, la más austral del mundo.

La famosa ciudad del fin del mundo conquista, año tras año, con su belleza salvaje e impresionantes paisajes. Así pues, en esta parada de crucero podrás conocer lugares tan interesantes como el Museo Marítimo y del Presidio, el Museo del Fin del Mundo, la Antigua casa Beban y el Paseo del Centenario. Si quieres, además, descubrir su belleza natural, podrás subir al famoso tren del fin del mundo, explorar el Parque Nacional de Tierra del Fuego y navegar nada menos que en el Canal Beagle.

Un mini crucero por Tierra del Fuego te lleva hasta al glaciar Garibaldi, un coloso de hielo con una belleza única. Durante el recorrido podrás contemplar toda la extensión de esta masa glacial y quedar deslumbrado por su intenso color. Además, tienes la oportunidad de recorrer los bosques vírgenes que lo rodean y disfrutar del paisaje en un entorno privilegiado.

Punta Arenas tiene tanto para ofrecer que, seguramente, quieras regresar. Esta ciudad, clásica escala de cruceros en Sudamérica, está repleta de fascinantes paisajes y lugares únicos. En el tiempo que dure tu visita te recomendamos visitar la Plaza de Armas, el Museo Regional de Magallanes y el Parque Nacional Volcanes Pali Aike. Además, las Pingüineras Seno Otway y el Mirador de la Cruz te ofrecerán vistas hermosas del entorno. 

Fiordos Chilenos

Grandes colinas, selvas imponentes y volcanes nevados hacen de Puerto Montt un destino único. Una escala de crucero en este puerto es ideal para conocer el famoso volcán Calbuco, además de lugares icónicos como la Casa del Arte Diego Rivera y el Museo Juan Pablo II. Si viajas en verano aprovecha las playas de los alrededores, entre ellas destacan Pelluhuin y Chinquihue.

Valparaíso, importante puerto de cruceros en Chile, se ha convertido en un imán para los turistas. ¿Las razones? Muchas, pues atrae no solo por sus paisajes y coloridas casas, sino también por su peculiar ubicación en un desnivel que invita a recorrer la ciudad en pintorescos ascensores. En tu visita podrás conocer importantes cerros como el Cerro Alegre y el Cerro Concepción, visitar la famosa casa de Pablo Neruda, admirar los enormes murales y, por supuesto, probar un poco de los sabores chilenos.